De Juan David M. Mogollón.

LA JORNADA LABORAL

En la casa que se incendia, un niño reflexiona mucho: “mejor me siento y espero a papá”.



DUDA METÓDICA

Al ver los engranajes dentro del Hámster, el científico dudó.

De María Alejandra Zambrano.

FELICIDAD
Abrí la puerta, vi un paraíso ajeno a mí, luego subí, subí, subí… Seguí subiendo…


GANADOR
Anoche acabé cansado por tu culpa, derramé litros de sudor para lograr que de ti salieran extasiantes sonidos, llegamos juntos al clímax, disfrutamos uno del otro y nos deseamos tanto que nos soñamos.
Nuestra faena de ayer fue la mejor de todos estos años juntos, jamás estuve tan apasionado por tocarte porque eres inagotable; los ojos que miraban nuestro espectáculo estaban regocijados de ver tanta armonía, fue el mejor festival de enamorados, nunca vieron tanta técnica ni tanto amor entre una pareja.
Gracias mi Mary, cuánto te amo mi adorado acordeón.

De Javier Eduardo Córdoba

Levantó la mirada hacia el mar, el eterno bramido del Ciclope le recordó que aun seguía siendo Nadie.

…Y vi caer al hombre como un relámpago desde el cielo –dijo Lucifer al juez-. Así que me declaro inocente, este apocalipsis no es el mío.

de Mr. No



CONSPIRACION
En el principio era el hombre, luego creó a dios y a la amnesia. El resto es historia y olvido.


UN ARTISTA DEL INFIERNO
Un demonio le preguntó a Kafka en la entrada del infierno, ¿Qué había querido decir la metamorfosis?
Este le respondió:
“No era la triste historia de un hombre transformado en insecto, era la feliz historia de un insecto con la conciencia de un hombre”
El demonio, maravillado, hizo una reverencia y dijo:
“Bienvenido, esta será la historia del señor K en los hornos del infierno…”


ZARATUSTRA EN LA CRUZ
A HERNÁN GREY
Cuentan que Nietzsche mató a dios.
Satán triste por la pérdida de su único amigo, lo condenó al cielo.
Según… Ahí lo “torturaban” con amor y compasión.
Hoy, Nietzsche sueña con la redención de un infierno…

DOGMA

"No hay nada nuevo bajo del sol" dijo el ciego al sordo.
Un poco más allá, el mudo
Trataba de pensar qué señas hacer
Para refutar al ciego...

William Hurtado Gómez, Cartagena, febrero de 2011